¿A qué edad empieza un niño/a a leer y cómo puede ayudarte un logopeda?

¿A qué edad empieza un niño/a a leer?

Comienza el curso escolar, con ello la preparación del material escolar y la compra de libros. Pero al abrir los libros, te echas las manos a la cabeza.

¡Madre mía la cantidad de textos que va a tener que leer este año! Hay algunos niños/as de su clase que ya saben leer, y otros, que aún están en proceso de aprendizaje, pero ¿A qué edad aprende un niño a leer? ¿Es normal que con 6 años aún no lea? ¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a que lea mejor?

Si te encuentras sumergido/a en este mar de dudas, no te preocupes, hoy te traigo este artículo para ayudarte a despejarlas y darte algunos consejos que os servirán de ayuda.

Niña detrás de un libro

3 cosas importantes sobre el aprendizaje de la lectura y de la escritura que nunca debes olvidar.

Edad de aprendizaje de la lecto-escritura:

 Más que fijar una edad de aprendizaje, deberíamos pensar ¿Mi hijo/a  está preparado ya para leer o escribir?

Muchas veces nos empeñamos en que los niños/as comiencen a leer en educación infantil, pero esto es un error. Algunos niños/as en este periodo ya están preparados, pero la mayoría solo reconocen letras, sus sonidos, asociándolos a nombres de sus compañeros/as o al suyo propio, llegando a leer alguna sílaba o palabra frecuente. Por lo general es a partir de los 6 años, cuando la madurez neurológica de nuestro cerebro, nos permite comenzar este aprendizaje.

¿Por qué a partir de los 6 años y no antes? Porque, antes de comenzar a leer, hay que adquirir unas habilidades previas, y estas habilidades antes de los 6 aún están (y seguirán) en desarrollo. Así que, si tu hijo tiene 6 años y aún no lee, no te preocupes, está en edad de aprendizaje.

¿Cuándo me debería preocupar si mi hijo/a no lee? cuando estas dificultades, se mantienen en el tiempo durante los cursos siguientes.

Habilidades previas para leer y escribir:

Para poder leer y escribir sin dificultad, hay que tener adquiridas unas habilidades previas, que llamaremos “Prerrequisitos de lectura y escritura”. Estos prerrequisitos de lectura y escritura, son la base de la pirámide del aprendizaje de la lectoescritura, si estos no están afianzados, la pirámide perderá el equilibrio y corremos el riesgo de que se derrumbe.

¿Cuáles son los prerrequisitos de la lectura y escritura? Habilidades cognitivas (atención, memoria visual-auditiva y memoria de trabajo), habilidades visoperceptivas (orientación espacial y coordinación ojo mano), habilidades motrices (lateralidad y motricidad fina) y habilidades lingüísticas (discriminación auditiva y conciencia fonológica)

¿Demasiados no? Tranquilo/a sigue leyendo, más abajo, hablaremos de ellos y te ayudaré a identificarlos.

Motivación en el aprendizaje:

La motivación intrínseca, que es la motivación que parte de uno mismo, es fundamental en el aprendizaje de la lectoescritura.

Fijo que te suena la frase “la letra con sangre entra” te digo de antemano, que esto es una GRAN equivocación.

Además, el proceso de aprendizaje, debe partir desde la motivación.

¿Cómo puedo conseguir que mi hijo/a este motivado para leer o escribir? Siempre desde el juego y desde los propios intereses del niño/a.

Cuando obligamos a los niños/as a leer antes de que estén preparados, solo conseguiremos que se frustren con facilidad, pues, no se sienten seguros de su capacidad para realizar esa tarea y su autoestima para leer y escribir caerá precipitadamente.

Todo esto se traduce en un ENORME rechazo ante cualquier tarea que implique la lectura y la escritura. Si tu hijo/a ya se encuentra en esta fase, no desesperes, y déjame un mensaje para poder ayudarte.

Prerrequisistos para el aprendizaje de la lectura y escritura

Es importante que tu hijo/a tenga afianzados estos prerrequisitos, para que sea capaz de aprender a leer y escribir sin dificultades.

Atención:

Saber focalizar y mantener la atención, aunque sea por breve tiempo, es fundamental para el aprendizaje lectoescritor.

Con 6 años, un niño/a debe ser capaz de mantener la atención durante al menos 12 minutos.

Memoria Visual y Memoria Auditiva:

Necesarias para recordar las grafías de las letras y sus sonidos.

Memoria de Trabajo:

No solo necesitamos retener información cuando leemos, sino que, también necesitamos procesarla y trabajar con ella, de todo esto se encarga la memoria de trabajo.

Además de ser importante para ensamblar las letras y formar palabras, es necesaria para la comprensión de lo que leemos.

Discriminación Auditiva:

Muchos sonidos son parecidos, porque se articulan de forma similar (como por ejemplo la “l” y la “r” suave).

Es fundamental diferenciar auditivamente los sonidos para poder identificarlos y reproducirlos de forma oral o escrita.

Madurez de la Lateralidad:

Existen diferentes tipos de lateralidad: diestra, zurda, ambidiestra o cruzada. El tener ya una lateralidad bien definida, ayuda a tener mejores resultados en el aprendizaje lectoescritor.

¿Cómo ayuda la lateralidad definida a la lectura y escritura? Ayuda a discriminar, reconocer y reproducir de letras simétricas, a realizar un correcto barrido visual tanto para leer como para escribir, y a ordenar las letras dentro de una palabra para que no se produzcan inversiones, omisiones y sustituciones de letras y sonidos.

Capacidades Visoperceptivas:

El desarrollo de la orientación espacial es muy importante para identificar letras que se escriben de forma simétrica o similar (b-d-p-q).

También, el barrido visual que realizamos de izquierda a derecha y de arriba abajo, que nos permite seguir la lectura sin saltarnos los renglones.

Psicomotricidad Fina:

La psicomotricidad fina, nos permite realizar movimientos pequeños y precisos con nuestros dedos.

En la escritura necesitamos tener una buena psicomotricidad fina, además de, un correcto agarre y presión del lápiz.

Coordinación Ojo- Mano:

Esta habilidad nos permite realizar actividades en las que utilizamos, de forma simultánea, los ojos y las manos. La escritura es una de ellas, pues necesitamos coordinar ambas partes del cuerpo para que los trazos sean correctos.

Conciencia Fonológica:

 La Conciencia Fonológica es la habilidad de reconocer, identificar y manipular de forma consciente los sonidos (fonemas o sílabas) que forman las palabras.

El dominio de esta habilidad, es un factor que predice como será el aprendizaje posterior de la lectoescritura. 

A través de la conciencia fonológica, los niños/as aprender a razonar y reflexionar de forma consciente sobre el lenguaje.

Niño lee un libro

¿Qué puedo hacer si mi hijo/a aún falla en los prerrequisitos del aprendizaje de la lectura y escritura?

Es importante que refuerces los prerrequisitos del aprendizaje de la lectura y escritura siempre de forma lúdica, a través de juegos.

¡Aquí te dejo algunas ideas!

Atención y Memoria:

La mejor forma de trabajar la atención y la memoria es a través de juegos de mesa.

Actualmente en el mercado, hay un sinfín de juegos que nos ofrecen esta oportunidad. Si necesitas alguna recomendación, no dudes en escribirme un mensaje (haz clic aquí) y te pasaré un listado de juegos de mesa adaptado a la edad de tu hijo/a.

Habilidades visoperceptivas:

¿Cómo se pueden trabajar las habilidades visoperceptivas?

A través de actividades figura-fondo, realización de laberintos o juegos como rompecabezas, puzles, o tangram.

Habilidades motrices:

Cualquier actividad que implique agilidad de los dedos de las manos, como encajar, ensamblar, insertar o abrochar, nos sirve para trabajar las habilidades motrices. Lo mejor de todo, es que en casa tenemos un montón de recursos.

¿Qué puedo hacer en casa para trabajar la motricidad fina y la coordinación ojo-mano con mi hijo/a?

Podéis hacer un collar con macarrones, meter monedas en una hucha, pintarse las uñas, colgar calcetines con pinzas en una cuerda, hacer juegos de trasvases de agua o harina con cucharas, con jarras o vasos, untar tostadas o preparar una divertida receta.

Ya ves ¡Las oportunidades son infinitas!

Conciencia Fonológica:

Podemos trabajar la conciencia fonológica, con juegos que podemos realizar en cualquier momento.

Juegos como, el veo-veo utilizando una letra “veo veo algo que empieza por la letra…”, jugar a las palabras encadenadas, transformar unas palabras en otras “si cambio la G en la palabra gato por la letra P, ¿Qué palabra mágica aparece?»

Y sobre todo, evita la frustración, no impongas ni obligues a leer, pues es un acto para el que todavía no está preparado/a y solo conseguiremos bajar su autoestima y que rechace cualquier tarea de lectura y escritura.

Sé un ejemplo para tu hijo/a y muéstrale que podemos leer un montón de cosas en nuestro día a día (carteles, recetas, revistas, cuentos…)

¿Qué te ha parecido? Si necesitas alguna recomendación más de juego o actividad, no dudes en escribirme a través de la web. Tengo el recurso ideal que se adapta a tus necesidades.

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